Mendoza: toco y me voy

El viernes 30 de julio viajé, por esas cosas de la vida, a la Ciudad de Mendoza. Sólo una noche permanecí en la provincia. Traté de recorrer todo lo que pude. Visité el Parque General san Martín, con su avenida de la Palmeras, que me llevaron al Cerro de la Gloria, en homenaje al Libertador General San Martín.
El sábado, una visita guiada gratuita, nos hizo caminar los pasos sanmartinianos en esa ciudad. El paseo de La Alameda, el lugar donde nació Merceditas, el espacio donde trabajaba Fray Luis Beltrán que murió totalmente sordo por su paso en la fundición que proveyó de elementos para la campaña.
El hotel al que fuimos, Sol Andino, apagó la estufa en algún momento de la noche: cuando despertamos la habitación estaba bastante fría.
Hizo frío pero con sol que permitió caminar y pasear. Y comerrrr...

Perú sin Machu Pichu

Recorrer Lima, sus barrios, sus museos y espacios es interesante. Pero llegar al norte de Perú, a Tumbes, es una experiencia para vivir. Punta Sal es un pueblo sencillo con playas inolvidables. Por ahi pasa la corriente del Niño, que hace que aguas frias del Pacífico, se transformen en cálidas olas donde zambullirse. Poca gente, playas amplias y desoladas y resorts con todas las comodidades.En Cancas, viajé en un taxi mezcla bicicleta y moto, más económicas que un taxi tradicional.En Lima, las ruinas de Pachacamac y el Museo de Rafael Larco, es algo para no perderse. En este último lugar hay una sala dedicada a huacos eróticos. Tods sacan fotos. Yo también.